EL VIAJE DE ELEWA



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EL VIAJE DE ELEWA



domingo, 14 de octubre de 2012




          NIÑAS Y NIÑOS ESCLAVOS


Tras los acontecimientos ocurridos en los últimos días en Pakistán en relación con el tiroteo que ha sufrido la niña de 14 años, Malala Yousafzai, por defender el derecho a la educación de las niñas de su país, y por extensión, de todas las que en varios lugares del mundo aún están en esa condición; no he podido evitar reflexionar sobre la situación de desventaja en que se encuentran millones de niños y niñas del mundo menos desarrollado, en relación con los del norte o "desarrollados".


                                           Malala



          El 20 de noviembre de 1959 salía a la luz la " Declaración de los derechos del niño", en donde basicamente se refleja que éstos gocen de una infancia feliz en condiciones de libertad y dignidad. Pero la realidad es bien diferente. A lo largo de la historia el niño ha sido considerado como un ser humano válido para el trabajo a edades muy tempranas. A Finales del siglo XVIII el aumento demográfico en Europa Occidental se vio favorecido por la cantidad de mano obra barata que las industrias emergentes, en plena Revolución Industrial británica, necesitaban para aumentar sus beneficios; esa mano de obra barata eran los niños. A finales del siglo XIX, y gracias al cambio de conciencia respecto a este tema, las tasas de natalidad bajaron notablemente pues los niños eran considerados como una carga al no poder ser utilizados para largas jornadas laborales.

          Pero en pleno siglo XXI la esclavitud infantil se sigue practicando. Las formas de esclavitud en este ámbito son muy diversas y pueden ir  desde la venta de éstos, pasando por los niños soldado, hasta la privación del derecho a la educación o la práctica de la prostitución infantil. Todos estos actos violan  los Derechos Humanos.

          Según los datos de Unicef se estima que hay unos 400 millones de niños esclavos (menores de 14 años) en todo el planeta, de los cuales 165 millones son menores de cinco años. En Brasil los niños trabajan en la fabricación de acero; en China preparan explosivos; en Sierra Leona extraen diamantes de las minas; en Tailandia cosen ropa y balones para prestigiosas marcas deportivas que luego consuminos en el mundo desarrollado; y así podríamos seguir hasta completar una lista interminable.







          Pero de entre todos los niños y niñas que han luchado por defender los derechos de los más pequeños destaca Iqbal Masih, otro niño pakistaní que cuando apenas contaba con la edad de cinco años fue vendido, por su padre, a un fabricante de alfombras, para así poder costear la boda de otro de sus hijos. La operación se saldó con la entrega de 12 dólares americanos que nunca pudo devolver y así recuperar a su hijo "el esclavo". La jornada laboral de Iqbal solía durar unas doce horas, en las cuales el pequeño aprendiz era encadenado a un telar y golpeado con dureza en varias ocasiones. Cuando Iqbal tenía 10 años ( 1992)  consiguió escapar de la fábrica y desde ese momento se dedicó a denunciar la situación  de esclavismo en la que se encontraban  miles de niños de su país. Debido a las durísimas condiciones laborales a las que era sometido, Iqbal, fue victima de un retraso en su crecimiento y a los doce años de edad tenía una estatura de un niño de seis. Con mucho esfuerzo y valor continuó con sus protestas hasta que en 1994 ganó su primer premio en defensa de la "abolición de la esclavitud infantil". Desgraciadamente el 16 de abril de 1995, cuando montaba en bicicleta, fue asesinado, convirtiéndose así en un símbolo de la lucha contra la explotación infantil.




                                                   Iqbal



          Éste y muchos casos anónimos son el testimonio del valor de los niños ante situaciones que, por edad, no les corresponde vivir tan pronto. Ciertas sociedades siguen esclavizando a los niños con el único objetivo de ganar dinero.  Concienciarnos ante estos casos y denunciarlos sólo está en nuestras manos.