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sábado, 16 de junio de 2018



EL VOTO FEMENINO


Es evidente que en la actualidad, ni siquiera por asomo, nadie se plantea el debate de si las mujeres deben tener derecho a participar en la vida política y por ello ejercer o no el derecho al voto. Pero no siempre fue así.

      A lo largo de la Historia de la Humanidad el papel de la mujer ha estado a la sombra del patriarcado. En la antigua Mesopotamia, por ejemplo, la mujer debía pedir permiso a su padre o a su marido para tomar ciertas decisiones importantes para su vida. Sin embrago en la civilización egipcia, y estamos hablando de hace casi cinco mil años, la  mujer si jugaba un papel fundamental en la sociedad y hasta le estaba permitido el divorcio. Pero lo cierto es que aún quedaban muchos siglos para que la mujer fuera considerada como un ser humano con las mismas libertades y derechos políticos que los hombres.





      Los primeros países que permitieron que las mujeres pudieran ejercer el voto en un proceso electoral fueron Nueva Zelanda (1893), Australia (1902), Finlandia (1906)  y Noruega (1913). Pero sin duda fue Reino Unido uno de los países que abrió la puerta hacia la lucha femenina por y para ejercer el derecho al voto femenino a nivel mundial.

      En 2018 se cumplen 100 años de aquel logro, aunque el camino que tuvieron que recorrer fue duro y difícil. Las sufragistas británicas e irlandesas llevaban desde finales del siglo XIX llevando a cabo acciones reivindicativas que darían sus frutos años más tarde. Las armas utilizadas fueron muy variadas, desde encadenarse a las vías del tren hasta sabotear líneas eléctricas o romper escaparates de los comercios de las ciudades y pueblos más importantes. Se cuenta que una vez llegaron a detonar una bomba en la casa de un ministro llamado David Lloyd Georges




Sufragistas reivindicando sus derechos políticos y sociales



      La fundadora del movimiento sufragista británico fue Emmeline Pankhurst. Ella y su marido crearon la Liga para el Sufragio Femenino y a partir de ese momento no cejaron en su empeño por avanzar en materia política, lo que le costó a Emmeline ser condenada a tres años de prisión. La huelga de hambre en las cárceles se generalizó por parte de las mujeres presas por reivindicar la igualdad.

Christabel Pankhurst, hija de Emmeline, y
Annie Keynne reivindicando el voto
femenino




   Tras varios años de lucha y gracias al papel que la mujer jugó en la Primera Guerra Mundial, en donde la mayoría de hombres tuvo que ir al frente, se conseguía el 6 de febrero de 1918 que el Parlamento Británico promulgara la Ley sobre la representación Popular en donde se permitía votar a las mujeres mayores de treinta años ( los hombres votaban a la edad de veintiún años). Años más tarde consiguieron que el voto femenino se equiparara al de los hombres.



      A partir de ese momento muchos países del planeta empezaron a incluir en sus Constituciones la participación, de forma legal, de las mujeres en la vida política de sus naciones. En España, por ejemplo, se conseguía unos años más tarde, concretamente en 1931 con la Constitución de la Segunda República, aunque hasta el año 1933 no se hizo una realidad. Clara Campoamor fue la mujer española que más luchó por conseguir este derecho inalienable.



 
Clara Campoamor en un discurso político




      En la actualidad cada día vemos como mujeres de todo el mundo no sólo acceden a votar en los procesos electorales, sino que cada vez más están ocupando cargos políticos de suma importancia.

     El 12 de octubre de 2015 se estrenaba la película británica              " Sufragistas"  en donde la actriz Meryl Streep da vida a Emmeline Pankhurst dando así a conocer al mundo entero el papel que jugó la mujer para poder votar en las elecciones de sus países.





Arsenio Díaz Ropero Fuentes