EL VIAJE DE ELEWA



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sábado, 13 de agosto de 2011

           " EL VELO DE LA DISCORDIA. EL HIYAB"

           El hiyab, también llamado velo islámico, se ha covertido en los últimos años, sobre todo en el mundo occidental, en un intenso tema de debate. Aceptado por unos y censurado por otros, es un asunto de candente actualidad del que realmente sabemos poco o nada, lo cual es perfectamente comprensible, pues al fin y al cabo no es un objeto que forme parte de nuestra cultura.

          Para comprender mejor el significado del velo debemos atender a diferentes concepciones de éste según el medio sociocultural del que se trate o la época histórica en la que se utilice. Pero si algo debemos tener en cuenta, ante toda interpretación, es que el hiyab no es un burka.

           Si nos remontamos a la Arabia preislámica, el velo era símbolo de respetabilidad pues diferenciaba a las mujeres libres de las esclavas. En aquella época la mujer gozaba de numerosos derechos, desde repudiar a sus maridos hasta mantener relaciones sexuales libremente. En época de Mahoma la sociedad dio un giro hacia el patriarcado más absoluto. Así, un hombre podía casarse con cuantas mujeres deseara y repudiarlas cuando considerase oportuno. Las mujeres repudiadas, generalmente, caían en la miseria o en la prostitución y vagaban por las calles desprovistas de velo alguno. Desde ese momento la comunidad femenina empezó a utilizar el velo como símbolo de distinción entre las mujeres prostitutas y pobres ( que no llevaban hiyab ) y las que no lo eran ( que sí lo llevaban ). El Corán relata además que el hijab es símbolo de pureza.





          Pero a finales del siglo XIX el hiyab comienza a ser considerado como símbolo de exclusión femenina prohibiendo que la mujer participe en la vida política de las naciones árabes. Sin embargo, habrá países como Egipto o Turquía que abogarán por lo contrario, lo cual unido al auge del feminismo islámico creará ciertas rivalidades en la interpretación más radical del Corán y el camino hacia el modernismo. Por ello, el velo islámico comienza a desaparecer en ciertos lugares. Así, entre los partidarios del modernismo el velo desaparecerá, pero en países anclados en la tradición permanecerá.


          Es a finales del siglo XX, concretamente en las decádas de los 70 y 80, y hasta hoy, cuando el hiyab resurge con fuerza en una nueva forma. Gran culpa de ello la tienen los acontecimientos políticos más recientes. Tras la esperanza de cambio a finales del XIX, que no triunfó,  y tras el pesimismo, tras acontecimentos como la Guerra de los Seis días (1967) el mundo islámico aboga no por una imitación del mundo occidental sino por un nuevo impulso del propio acervo cultural islámico. Ha creado una nueva moda de identidad islámica que, entre otras cosas, se manifiesta en el atuendo: la barba en los hombres y el nuevo velo en las mujeres.


          Por ello el hiyab se ha convertido en un símbolo reivindicativo del giro hacia el modernismo islámico. Una seña de identidad de su cultura, sobre todo, en el mundo occidental. Por eso muchas mujeres desean llevar con orgullo "el velo de la discordia", para reivindicar una cultura propia tan aceptable como cualquier otra y demostrar que ellas también han conseguido numerosos logros. De hecho, entre las clases sociales más altas de las sociedades islámicas el velo se ha convertido en todo un fenómeno " fashion" , en donde las corrientes más vanguardistas relacionan el velo con progreso y modernidad.




          En Occidente la concepción que tenemos del velo es la de sumisión de la mujer al hombre, y cierto es que en algunos países islámicos el significado sigue siendo ese, pero existen muchas mujeres que desean llevarlo voluntariamente, por tradición, por moda o por reivindicación cultural. En cierta ocasión, un amigo egipcio, me dijo que el uso del velo en las mujeres era voluntario en su país, lo cual hizo plantearme el fenómeno desde otra perspectiva.


          Por ello debemos hacernos muchas preguntas como, ¿por qué queremos obligar a las mujeres islámicas a que vistan como las nuestras?, ¿por qué las mujeres cristianas en la Antigüedad llevaban velo y aún hoy muchas mujeres de diversas congregaciones religiosas no musulmanas  lo llevan y lo vemos normal? 

         Pienso que un pueblo sin cultura es un pueblo sin identidad y que tolerar ciertas actitudes enriquece tanto nuestra sociedad como nuestra cultura. El mal uso del hiyab en ciertos círculos que violan los derechos humanos, es totalmente repudiable, pero antes de opinar por opinar, indaguemos en la Historia y preguntemos a quien lo porta el porqué, tal vez así, los odios y rivalidades culturales desaparecerían. 

          En el siguiente cortometraje Xabi Sala muestra otra concepción sobre el velo islámico. En él se intenta hacer una apología de la tolerancia, no del velo islámico.